Tuesday, August 30, 2011

PABLO MILANES CONDENA LA REPRESIóN EN CUBA


En dos recientes artículos publicados por el diario El Nuevo Herald de Miami en Agosto de este año el cantaautor cubano Pablo Milanés, icono de la revolución y auto definido como seguidor del sistema expresa las mayores criticas que seguidor alguno ha hecho al Castrismo, desde condenar la represión a las Damas de Blanco, ratificar el derecho de todo cubano de entrar y salir libremente de Cuba hasta definirse Pablo Milanés a si mismo como “victima” de la represión. Debido a la importancia de estos artículos los reproduzco en su totalidad para que los lectores de Cuba puedan acceder a este tipo de información y sacar sus propias conclusiones.


Al leer estas declaraciones pienso que quienes deben estar sudando con cada gira de Pablo Milanés a los Estados Unidos y al mundo son los ancianos militares que oprimen a Cuba. Las criticas de Pablo Milanés trascienden por mucho lo "autorizado" puesto que esta condenando la represión contra las Damas de Blanco y llamando "Turbas" a los grupos que las reprimen.


No creo este tipo de critica sea "preparada" ni coreografiada, sino espontánea y autentica.Si bien Milanés dice que "apoya" el sistema y en esto se puede estar en acuerdo o desacuerdo con el mismo, por otro lado el cantante esta respondiendo el argumento de que Pablo Milanés dice una cosa fuera y otra dentro de Cuba al decir que en Cuba esas entrevistas de critica de la censuran y fuera no.


Como cuestión de propaganda e imagen creo las criticas que mas daño le pueden hacer al Castrismo son las de sus propios seguidores en el entendimiento de que Pablo Milanés dice ser un seguidor del sistema "no estar en total desacuerdo con Fidel Castro" pero dice no tiene miedo a los "dirigentes" pues no cree sean dioses para el hacer silencio. Creo que si el régimen tuviera más "seguidores" de este tipo que hubieran dicho cosas así, desde hace mucho el sistema hubiera dejado de existir tal y como lo conocemos.


Pablo Milanés condena golpiza a Damas de Blanco

Redacción de El Nuevo Herald

30 de Agosto del 2011

http://www.elnuevoherald.com/2011/08/30/1013925/pablo-milanes-condena-golpiza.html#ixzz1WWP08Xkq


El cantautor cubano Pablo Milanés dijo el lunes sentir vergüenza e indignación por el maltrato que sufren las Damas de Blanco en Cuba y denunció que no hay espacio de los medios de comunicación de la isla para expresar sus ideas, aunque matizó que eso no implica que está en total desacuerdo con Fidel Castro.


“Cuando veo que unas señoras vestidas de blanco protestan en la calle y son maltratadas por hombres y mujeres, no puedo por menos que avergonzarme e indignarme y, de algún modo, aunque no estemos de acuerdo absolutamente, solidarizarme con ellas en su dolor; porque lo más vil y lo más cobarde puede ser que una horda de supuestos revolucionarios ataque despiadadamente a estas mujeres”, dijo Milanés en una carta abierta en respuesta a las fuertes críticas que le hizo el comentarista Edmundo García.


“No hay ningún código que defienda eso en el mundo, es más, la violencia de género se queda corta al ver esas salvajes manifestaciones”, agregó.


García cuestionó en un artículo el comportamiento del artista cubano cuando daba entrevistas con los medios de comunicación estadounidenses pero Milanés, quien brindó un concierto este fin de semana en Miami, dijo que él aprovechaba esas entrevistas para poder expresar lo que no puede decir a través de los medios de la isla.


“Soy yo el que me sirvo de esos periódicos para que difundan las entrevistas que en Cuba me están negadas y que sueño con que aparezcan en el Granma y las lea todo el pueblo y que un sólo periodista, uno sólo de los tantos miles que hay en la isla, tenga lo que hay que tener para dar a conocer lo que tantos años llevo expresando”, afirmó Milanés en su carta.


En la misiva, el cantautor fue muy duro con García y sostuvo que al criticar lo que sucede en la isla solamente ejerce su derecho a la libertad de expresión.


“Mis 53 años de militancia revolucionaria me otorgan el derecho, que muy pocos ejercen en Cuba, de manifestarme con la libertad que requieran mis principios y esa libertad implica que no tengo ningún compromiso a muerte con los dirigentes cubanos, a los que he admirado y respetado, pero no son Dioses, ni yo soy fanático, y cuando siento que puedo hacer un reproche y decir no, lo digo, sin miedo y sin reservas”, dijo.


No obstante, Milanés dijo que su cuestionamiento “no implica que esté en desacuerdo con Fidel y tampoco implica que esté de acuerdo con las Damas de blanco. Pero tú vas al blanco o al negro, (más al negro que al blanco) y no tienes matices y los años irremediablemente te van a hacer aprender lo que es un verdadero revolucionario o inexorablemente vas a ingresar en ese mundo en el que he visto a tantos como tú, vagando, perdido en la nada”, puntualizó.


Pablo Milanés critica falta de libertades y discriminación en Cuba

SARAH MORENO
smoreno@ElNuevoHerald.com

13 de Agosto del 2011

http://www.elnuevoherald.com/2011/08/13/v-fullstory/1002999/vengo-a-miami-a-tender-una-mano.html#ixzz1VIpZWpuj

El cantautor cubano Pablo Milanés, que se presenta por primera vez en Miami en dos semanas, se reconoce como una de “las víctimas’’ de la represión del gobierno cubano, que lo mantuvo un año y medio en los “campos de concentración” conocidos como la UMAP (Unidades Militares para la Ayuda a la Producción).

Criticó además el sistema de “castas” que mantiene el gobierno, la discriminación contra los negros y la autocensura de la prensa cubana. Aun así, dijo ser fiel al sistema socialista, y seguir dispuesto a permanecer en la isla.

A medida que se acerca el concierto, el sábado 27 en el American Airlines Arena, crece la controversia sobre el derecho del cantautor a presentarse en esta ciudad, luego de que un grupo de 20 organizaciones de exiliados y ex presos políticos cubanos le pidieran al alcalde del condado Miami-Dade que impida el concierto. Milanés, por su parte, no duda de que todos los cubanos, tanto los que viven en la isla como en el exterior, tienen derecho a entrar y salir de su país sin que el gobierno castrista les niegue el permiso o les ponga trabas burocráticas.

“Los cubanos que viven en Miami tienen tanto derecho o más a visitar su país que el que tenemos nosotros a visitar Estados Unidos. Nosotros no somos estadounidenses, sin embargo, ellos son cubanos y tienen todo el derecho a entrar a su país, sin siquiera sacar un permiso”, afirmó Milanés en entrevista telefónica con El Nuevo Herald desde España, donde efectuaba una gira por ocho ciudades y en sus ratos de descanso compartía con la familia de su esposa gallega, madre de sus dos hijos más pequeños, gemelos de dos años y medio.

“Creo también que todos los cubanos en Cuba deben tener el derecho a salir de su país sin necesidad de una tarjeta o de pasar por determinado filtro burocrático”, añadió, especificando que lleva “muchos años” proclamando éste y otros reclamos referentes a las faltas de libertades en Cuba.

Fundador junto a Silvio Rodríguez del Movimiento de la Nueva Trova, que a mediados de los años 60 cambió el panorama de la música popular cubana al vincular los ritmos tradicionales con la canción protesta, Milanés ha sido un artista privilegiado que ha podido salir y entrar de la isla a su aire y ofrecer conciertos por todo el mundo, los que le han reportado considerables beneficios económicos.

En la última década, sin embargo, el cantautor de 68 años ha sido una de las figuras culturales de la isla más críticas del gobierno castrista. En medios de prensa extranjeros, especialmente españoles, ha condenado actitudes asumidas por las autoridades de la isla, como la que ocurrió en febrero del año pasado cuando el opositor Orlando Zapata Tamayo murió en una cárcel cubana a consecuencia de una huelga de hambre.

“En su momento critiqué la muerte de Zapata Tamayo desde un punto de vista personal, porque en Cuba no hay posibilidad ni medios para llegar a ese tipo de información. Desde el punto de vista humano pienso que esas cosas no pueden permitirse, una persona tiene derecho a protestar y el Estado debe protegerle la vida, sea cual fuere la naturaleza de la protesta”, reafirmó, asegurando que no ha sido objeto de represalias en Cuba por estas declaraciones, pero que tampoco la prensa nacional se ha hecho eco de éstas.

“Creo que el periodismo en Cuba adolece de una autocensura que no le permite decir nada, ni lo intenta. Y cuando surgen esos temas, son manipulados”, señaló, reconociendo que hay voces críticas en la isla, pero que todo se queda “sin solución”.

“Cuando se piensa en las reformas, se cree que van a venir unidas a una serie de libertades, como la de expresión, pero no ocurre así”, recalcó Milanés, que se describe como “revolucionario de izquierda, progresista, tolerante y capaz de escuchar todas las tendencias y respetarlas”.

En ese sentido le gustaría que, “sin desviarnos de nuestra ruta”, hubiera en Cuba una apertura ideológica. “Si se concibe al socialismo como un sistema para reivindicar al ser humano desde todos los puntos de vista: de la economía, del amor, del espíritu, de la paz, se puede decir que de todos los socialismos que se han producido hasta ahora en el mundo, ninguno ha logrado esas metas”, puntualizó, reconociendo que fue uno de los 28 intelectuales cubanos a los que el gobierno de la isla se acercó en el 2003 para que firmaran una carta en apoyo al encarcelamiento de 75 periodistas independientes y opositores cuando la Primavera Negra.

“Fui el único que no la firmó porque no estuve de acuerdo con que los apresaran ni con que fusilaran a aquellos tres muchachos –negros por cierto- que se robaron la lancha [de Regla] y no mataron a nadie”, apuntó Milanés sobre una carta que contó con la firma de colegas músicos como Omara Portuondo, Amaury Pérez, César Portillo de la Luz, Silvio Rodríguez, Leo Brouwer, Harold Gramatges, Marta Valdés y Chucho Valdés.

“Esa carta demostró la posición muy clara de los intelectuales en Cuba”, dijo respondiendo a una pregunta sobre la complicidad con el gobierno y la falta de responsabilidad moral de algunos artistas cubanos. “No reniego de ninguno de ellos [los firmantes de la carta], pero creo que debían haber tenido un papel determinante en ese momento. Hubiera sido importante que nadie firmara esa carta, sin embargo, todos la firmaron”.

Para Milanés esta actitud de silencio y complicidad se explica por “el miedo que sienten estas personas o porque no tienen la seguridad de su derecho a protestar”. “Todo ser humano tiene derecho a protestar, y es más, tiene el deber de decir lo que piensa”, recalcó, especificando que justamente por no traicionar “mi interés socialista y de izquierda” condena ese tipo de actitudes.

Según recoge el sitio de Internet (Granma.cubaweb.cu), Milanés, entre otros intelectuales cubanos, envió el 4 de agosto del 2006 una carta a Fidel Castro deseándole su recuperación de la enfermedad que lo afectaba entonces. El mensaje dice: “Fidel querido: Te deseo lo mejor en tu convalecencia. Tengo que cumplir compromisos ineludibles en el extranjero y te prometo representarte a ti y al pueblo cubano como merece este momento: con unidad y coraje ante cualquier amenaza o provocación. Un abrazo, Tu Pablo Milanés”.

Con relación a los motivos por los que escribió la carta, Milanés respondió que “era un momento de crisis, y los hombres revolucionarios en momentos como esos echan a un lado las diferencias. No podíamos permitir que por la enfermedad de Fidel Castro, el país cayera en un caos”. La carta fue enviada al entonces ministro de Cultura, Abel Prieto, quien preguntó al trovador si se podía publicar y éste dio su aprobación para que saliera a la luz.

El cantautor, que considera que en determinado momento fue “víctima de la represión y de la falta de libertades” en la isla, reconoce que se ha quedado en Cuba para interesarse por lo que ocurre y para hacer las críticas que sean necesarias. “Estuve en un campo de concentración de la UMAP [Unidades Militares para Ayuda a la Producción] durante un año y medio”, recordó, reconociendo que nunca supo las razones por las que lo llevaron a la UMAP.

“Allí había librepensadores como yo -que con 23 años era muy liberal, igualito que soy ahora- y también homosexuales, -la mitad-, creyentes católicos y Testigos de Jehová, y presidiarios que habían sacado de las cárceles para que se juntaran con nosotros”, detalló, comparando la UMAP con los campos de concentración soviéticos en la Siberia, en la época estalinista.

“[En la UMAP] fuimos uno y compartimos una cosa de la que no teníamos culpa”, dijo, aceptando que después de ver los errores que se cometieron entonces y se siguen cometiendo, “seguí siendo revolucionario y tratando de arreglar aquello a mi manera”.

Milanés mantiene su confianza en el sistema socialista, sin embargo, duda de las intenciones de los líderes que lo ponen en práctica. “Creo en el sistema [socialista], pero no en los hombres que lo hacen”, afirmó.

A su juicio, uno de los errores de los que controlan actualmente el poder en Cuba es la discriminación contra los negros, que no funciona por decreto, pero sí en la práctica cotidiana. “Los propios funcionarios del Estado ejercen una discriminación que proviene de 400 años de dominación blanca sobre los negros. Mentalmente no han podido superar esto y por eso se crean castas y relevos de puestos dentro de las familias y privilegios que no tienen los negros”, dijo Milanés, quien proviene de una familia obrera de Bayamo.

“A mi abuelo le decían Paco el hojalatero, mi padre fue soldado y mi madre, costurera”, precisó el cantautor, que aún conserva al hablar la entonación típica de la región oriental de la isla, aunque a los 6 años se mudó con su familia para La Habana, adonde se trajeron “la música sonera y montuna del Valle del Cauto”.

Cultivador de la música tradicional cubana, que trató de conservar rescatando del olvido figuras como Miguelito Cuní –con quien es memorable su interpretación del tema Convergencia-, Chapotín y Kotán, entre otros, Milanés cantó con ellos a partir de 1981. “Mucho antes de que Ry Cooder grabara Buena Vista Social Club”, apuntó el cantautor, señalando que no pudo conseguir los mismos resultados porque no contó con “los medios ni la promoción mundial”.

Estas canciones tradicionales que grabó en la serie Años (que comprende tres discos) y la serie Filin (seis discos), que recuerda los comienzos de su carrera en los años 60 cuando cantaba en clubes del Vedado, y compartía con intérpretes del filin como César Portillo de la Luz , Omara Portuondo y José Antonio Méndez, no estarán en el concierto de Miami.

“Tengo la costumbre de ir seleccionando las canciones según la respuesta del público”, apuntó, informando que seguro estarán sus composiciones emblemáticas, recogidas en los 40 discos que ha gradado a lo largo de su carrera, como Para vivir, Yolanda, El breve espacio en que no estás, El tiempo, el implacable, el que pasó y Amame como soy.

Milanés, que desde el año 1979 se ha presentado en varias ciudades estadounidenses, no había venido, sin embargo, a Miami porque “nunca se le había ocurrido a un promotor invitarme a la Florida”. La presente gira comienza el viernes 26 de agosto en Washington, DC, y termina el 17 de septiembre en San Juan, Puerto Rico.

“Cuando me invitaron, dije: ‘si voy a la Florida, trabajo en Miami, que es donde está el mayor número de cubanos’”, precisó sobre la invitación del promotor Hugo Cancio y su compañía Fuego Entertainment.

“El público miamense debe saber que voy a buscar paz y amor, y a tender la mano a quien me tienda una mano. No voy a criticar a nadie ni quiero que me critiquen. Simplemente quiero que escuchen a un hombre que va a cantar sus canciones, que son puro sentimiento, pura espiritualidad y que reflejan cosas cotidianas que hablamos y sentimos los cubanos”, afirmó sobre “el mensaje”, que quiere traer con su espectáculo, en el que estará con su banda de músicos, que lo acompañan desde hace 20 años.

Padre de nueve hijos, de los que cinco son músicos, -entre ellos la cantante Haydée Milanés que se ha presentado dos veces en Miami-, Milanés dice que quiere darles a éstos “un ejemplo de lucha y de vitalidad”.

“Siempre estoy tratando de imponerme por sobre los obstáculos”, confesó el cantautor, que ha sido sometido a 22 operaciones de cadera a consecuencia de un padecimiento en los huesos.

Fiel a su preferencia de cantarle siempre al público –“lo disfruto más que el estudio”, reconoció–, después de la gira por Estados Unidos continuará hacia América Latina y, a finales de año, irá a Francia e Inglaterra.



A finales de Marzo del 2010 el diario Granma habia sacado esta caricatura como represalia a criticas hechas por Pablo Milanés en referencia a la muerte del opositor Orlando Zapata donde expresó "las ideas se debaten no se encarcelan." Nunca quedó claro si la caricatura hacia referencia a Pablo Milanés o a Silvio Rodriguez. Uno pudiera suponer que dado el nivel de critica de Pablo la caricatura sea dirigida a el y no a Silvio que ha mantenido la misma linea de apología de siempre.

Carta abierta de Pablo Milanés a Edmundo García

por Pablo Milanés

Extraido del Blog de Carlos Alberto Montaner

Pablo Milanes canta

El cantautor cubano Pablo Milanés, de visita en Miami, ha decidido responder con esta carta abierta a un articulo publicado la semana pasada por el comentarista Edmundo García, en el cual cuestionaba el comportamiento del artista y sus declaraciones a la prensa en Estados Unidos. A continuación, las reflexiones de Milanés en respuesta al conductor del programa radial "La Tarde se Mueve" en Miami.

(En respuesta a su artículo del 26 de agosto de 2011)

Edmundo,

Hace años estás intentando hacerme una entrevista sin éxito, hasta el punto de resultar insoportablemente insistente porque además, para colmo, en tu petición posteriormente iban tus entrevistas adjuntas, esas entrevistas que no tuve más remedio que clasificar como "correo no deseado", para al fin librarme de ellas.

En esa primera ocasión en que nos encontramos, ibas oportunamente mal acompañado y no tuve más remedio que pensar para mis adentros "Dios los cría…". No obstante te explicaré por qué nunca hubiera hecho una entrevista contigo: vi en ti, con mi intuición natural para esas cosas, las nueve señales del hijo de puta que son, no sé si sabes, clasificaciones que hizo Don Camilo José Cela, en su novela "Mazurca para dos muertos" y que ha llegado a ser, en la historia, famosa por su visión extraordinaria de lo que es un ser execrable a primera vista. Voy a mostrarte esas nueve señales que son:

1. Pelo ralo
2. Baja estatura y canijo
3. Cara pálida
4. Barba por parroquia
5. Manos blandas, húmedas y frías
6. Mirar huido
7. Voz atiplada
8. Pijo flácido y doméstico
9. Avaricia

Con esta referencia sobra decirte por qué nunca he confiado en ti.

Edmundo, tienes una forma de hacer periodismo que no es tal; coges a tus víctimas (a tus entrevistados), no los indagas, los cuestionas, los destrozas con una autoridad que no sé cuál ser poderoso te ha otorgado y terminas triunfante ante una persona apabullada por el terror de tus palabras que recuerdan un viejo estilo autoritario, ridículo y obsoleto. Esa es a mi juicio la esencia de tu programa.

Cuando leí tu panfleto mi primera reacción fue ver a una niña en la pubertad, asombrada y ruborizada ante su primera menstruación, miedosa de cometer pecado ante una manifestación natural de su desconocido organismo. Esa fue la primera impresión, pero la segunda, fue más solemne y peligrosa: me di cuenta de que no solamente eras todo lo que yo había pensado, sino más aún, estabas ingresando en ese grupo selecto de la ultraderecha miamense que no admite reconciliaciones, críticas y que cuyo único neolítico gesto es romper discos con aplanadoras. Tú, al igual que ellos, no quieres amor, quieres odio, tú al igual que ellos, no quieres reconciliación, quieres rencores y desunión, tú en suma, no quieres al pueblo cubano, ni de allá ni de acá. Edmundo, tú no quieres a nadie y no me hubiera extrañado verte en esa "enorme" turba gritando "Abajo, abajo", donde sin duda alguna hubieras sido bien recibido.

Has insinuado que la prensa de Miami y España se aprovecha y utiliza mis palabras en vez de beneficiarme de ese espacio para arremeter contra el imperialismo. Edmundo, estás equivocado, soy yo el que me sirvo de esos periódicos para que difundan las entrevistas que en Cuba me están negadas y que sueño con que aparezcan en el Granma y las lea todo el pueblo y que un sólo periodista, uno sólo de los tantos miles que hay en la isla, tenga lo que hay que tener para dar a conocer lo que tantos años llevo expresando; es más, como un punto de partida planteo que tu panfleto y esta carta se publiquen en el Granma y que el pueblo las lea, piense, sepa discernir por si mismo, y de una vez, dónde está la verdad y vayamos por el camino de las libertades individuales que tenemos que rescatar y que tú con tu actitud estás negando.

A mi regreso a La Habana y en concordancia con el párrafo anterior, le digo por este medio a la intelectualidad cubana, a los artistas, a los músicos y a los altos cargos del Estado, que no me susurren más al oído: "estoy de acuerdo contigo pero… imagínate!". Yo no estoy arrepentido de incinerarme sólo en mi actitud, pero es triste y vergonzoso que haya un silencio cómplice tan funesto como tu manifestación, Edmundo. Estas dos conductas, una en Miami y otra en La Habana, increíblemente al final convergen en su propia contradicción.

Sobre la intelectualidad miamense que comentas que me ha apoyado en sus artículos, te diré que no tengo absolutamente ningún miedo ni prejuicio en recibir una frase amable y receptiva. No soy su compañero de viaje, pero Edmundo, me gusta sumar mientras que a ti te gusta dividir porque de eso vives, para eso estás en esta ciudad.

También te has atrevido a decir que he mal influenciado a artistas del talento y el prestigio de Serrat, Sabina, Víctor Manuel y Ana Belén. No hay duda de que en este terreno también eres un ignorante, debías de saber que Juan Manuel Serrat es uno de los hombres más admirados por su entereza, caballerosidad y su limpieza durante toda su vida, y su posición ante el franquismo arriesgando su carrera y su vida, lo llevó hasta la cima de la dignidad. Que Joaquín Sabina, que a los 23 años se exilió a Inglaterra en su oposición a Franco y a su propio padre, es uno de los artistas más sinceros y honestos que conozco (esto lo sabe bien Fidel) independientemente de su talento. Que Víctor Manuel y Ana, antes de nacer tú, y andar por esos rumbos inciertos, que todos conocemos, para llegar a ser el extremista que eres hoy, pertenecían al Partido Comunista de España, en la época de Franco, y eso, Edmundo, les pudo costar la vida. Esas personas que tú no has respetado, tienen talento propio, criterios propios y no se dejan influenciar por nadie, al contrario porque son ciertamente su talento y sus principios los que han influenciado a medio mundo.

Edmundo, mis 53 años de militancia revolucionaria me otorgan el derecho, que muy pocos ejercen en Cuba, de manifestarme con la libertad que requieran mis principios y esa libertad implica que no tengo ningún compromiso a muerte con los dirigentes cubanos, a los que he admirado y respetado, pero no son Dioses, ni yo soy fanático, y cuando siento que puedo hacer un reproche y decir no, lo digo, sin miedo y sin reservas. Cuando veo que unas señoras vestidas de blanco protestan en la calle y son maltratadas por hombres y mujeres, no puedo por menos que avergonzarme e indignarme y, de algún modo, aunque no estemos de acuerdo absolutamente, solidarizarme con ellas en su dolor; porque lo más vil y lo más cobarde puede ser que una horda de supuestos revolucionarios ataque despiadadamente a estas mujeres. No hay ningún código que defienda eso en el mundo, es más, la violencia de género se queda corta al ver esas salvajes manifestaciones. Estos dos conceptos que te he expresado, pero tú no has entendido – no hay duda de que estás en tu época de infantilismo revolucionario -, no implica que esté en desacuerdo con Fidel y tampoco implica que esté de acuerdo con las Damas de blanco. Pero tú vas al blanco o al negro, (más al negro que al blanco) y no tienes matices y los años irremediablemente te van a hacer aprender lo que es un verdadero revolucionario o inexorablemente vas a ingresar en ese mundo en el que he visto a tantos como tú, vagando, perdido en la nada.

Edmundo, ayer creo que sufriste un revés que no te apliqué yo precisamente, sino los varios miles de personas que asistieron a un recital, carísimo para su bolsillo en crisis, demostrando que es posible el amor, que si anteayer decían "No" y ayer decían "Tal vez", hoy dijeron "Sí", un sí contundente, más fuerte que tus sucias y ofensivas palabras.

Edmundo, te invito a que cojas tus maletas y regreses a tu país y allí tengas el valor de denunciar todo lo malo que veas, porque Edmundo, te advierto, esa lucha sí es dura y no te calles como esos miles periodistas de allá, cómplices lamentables del silencio.

En muchas ocasiones he dicho que me sentaré en el portal de mi casa para ver pasar el "cadáver" de mis enemigos, ahí te espero.

Solamente te exijo una cosa: saca mi nombre definitivamente de tu boca irrespetuosa y falsa, son demasiados los méritos que me ha otorgado el pueblo para que un desalmado como tú los manche con sus sucias palabras.

Pablo Milanés

Miami, 29 de agosto de 2011

(Ver artículo de Edmundo Garcia criticando a Pablo Milanés titulado "Pablo Milanés reniega de la Cruz de su Parroquia")

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Siguiendo con este tema, el cual no deja de ser noticia, ahora el sitio web del gobierno de Castro 'Cubadebate' se une en una serie de ataques del propio gobierno de Cuba contra Pablo Milanés mediante este "¿articulo? ¿propaganda? hecha por la ¿periodista? ¿vocera? Lídice Valenzuela del CIP de Cuba.

En fin, otra demostración de que los ancianos que oprimen Cuba han ordenado a sus voceros 'Actos de Repudio' cyberneticos contra Pablo Milanés

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¿Dónde está la ética personal de Pablo Milanés?
Agosto 27, 2011 por Lídice Valenzuela

Visión Cubana
http://visioncubana.blogcip.cu/

Cuando leo las decenas de cables emitidos desde Miami a favor o en contra del concierto que debe ofrecer allí el compositor y cantante cubano Pablo Milanés, me preguntó, qué ética posee este artista para querer actuar a contracorriente ante lo que el mismo denominó “los cubanos”, de Miami, una tierra donde lo han convertido en un fenómeno de la publicidad, atacado por la ultraderecha de la contrarrevolución, aplaudido por los ideológicos anticubanos por su critica posición contra el gobierno de La Habana. Si Pablo Milanés tuviera un mínimo de verguenza como ser humano y como artista ya hubiera recogido sus bártulos, y el que lo quiera ver en un escenario que se traslade a otro país, o venga a Cuba, que acá no mordemos.

Pablo, quien es un acérrimo critico de la Revolución Cubana, sus dirigentes y el proyecto socio-económico de este país, – y no se esconde para decirlo- es considerado “comunista” en Miami, (cosa que da hasta risa por el desconocimiento político-ideológico de quienes así lo tildan- cuando lo cierto es que vive mas fuera de la Isla que dentro, y arremete con razón o sin razón en la prensa extranjera contra casi todo lo que se hace políticamente en su país de nacimiento.

Quizás lo hace porque aún sangra su vieja herida nunca cerrada de haber permanecido en una Unidad Militar de Ayuda a la Producción (UMAP) en su juventud, aunque después fuera aupado por esa gran revolucionaria que fue Haydeé Santamaría, integró el Grupo de Experimentación Sonora dirigido nada menos que por el Maestro Leo Brower, hasta convertirse en uno de los íconos de la Nueva Trova, adinerado, y viviendo muy bien, sin presiones de tipo alguno, de manera muy distinta a la existencia modesta, pensamiento ecuánime, critica en el lugar que corresponde, que practican los comunistas con carné y los revolucionarios de corazón de este país.

Pues, el “querido Pablo” como titula uno de sus discos, insiste en cantar en Miami donde le han triturado los discos, lo denigran en la televisión, lo usan como conejillo en encuestas del Nuevo Herald, y donde ha declarado –según escribió Carlos Alberto Montaner que reproduce una entrevista ofrecida por el cantante en Miami -.
El dijo que “ya no deseaba cantarle a Fidel Castro, que no tiene inconveniente en dedicarles una canción a las Damas de Blanco, y que es un revolucionario crítico comprometido con el sistema socialista.”

Montaner lo felicita: “Bravo. Eso quiere decir, primero, que el famoso cantautor rompió realmente con esa penosa subordinación moral e intelectual hacia el caudillo que caracteriza a las irracionales dictaduras personalistas; segundo, que acepta la pluralidad y las diferencias dentro de una sociedad en la que muchas personas honorables tienen posiciones distintas, sin que ello las convierta en enemigos execrables o en agentes de la CIA; y, tercero, que no ha dejado de ser comunista, pero no está dispuesto a callar ante los errores y los atropellos de su gobierno. La militancia no exige ser ciego y mudo ante lo que está mal. Lo revolucionario es la rebeldía, no la aquiescente sumisión”.

Eso dice Montaner. Exalta a Pablo Milanés como un disidente revolucionario. Vaya calificativo inventado por una mente calenturienta de la contrarrevolución miamense.

Milanés debe saber muy bien quien es este sujeto.

Me pregunto: hasta dónde esa libertad que tanto pregona Pablo es lo que lo impulsa a querer cantar para un público, que quizás sea sano, apolítico, amante de los recuerdos, o jóvenes que se mueren por conocer al autor de Yolanda, su canción antológica llegada a Miami por los inmigrantes cubanos que pusieron el mar de por medio para vivir económicamente mejor. ¿???.

Cada uno hace con su vida, y sobretodo su ética moral y personal lo que su conciencia le dicte. Que tenga un poco de memoria Pablo Milanés, uno de los que ahora otros hipercriticos coloca en la lista de los “discriminados” negros cubanos, quien por homosexual, porque no trabajaba o hasta por error fue enviado a las filas de la Unidad Militar de Ayuda a la Producción, y recuerde quienes son las personas que lo respetan, lo admiran, y hasta le soportan – no porque estén de acuerdo con ellas- sus criticas infundadas o no al gobierno.

Ya aquello de que “el arte no es política” y “vengo a ofrecer mis canciones” es frase saturada, impropia del siglo XXI. El artista es un ser comprometido con su época y siempre lo fue. Decir que se es apolítico es de hecho una posición política; no nos engañemos.

Quizás Pablo en algún momento analice de manera diferente qué es lo que realmente sucede ahora en Cuba, quiénes son sus verdaderos enemigos, y se deje de hablar tanta piltrafa como ha hecho en cuanto país pone los pies, denigrando la imagen de su Patria.

Ahora Pablo, usted que es seguido por la juventud cubana, como lo es Silvio Rodríguez, un hombre que también dice sus verdades, pero lo hace con respeto y desde la óptica revolucionaria que ya usted evidentemente perdió, únase a su pueblo, si le apetece, en esta contienda de unión y lucha por evitar que este pequeño país vuelva a caer en manos de quienes lo tuvieron y fueron echados a patadas por la Revolución.

Venga y eche rodilla en tierra junto a su pueblo, el de aquí, que si no me equivoco, no es el de Miami.


Pablo Milanés se Revuelve contra Fidel
31 de Agosto del 2011
ABC

El cantautor cubano Pablo Milanés, «niño mimado» de la dictadura castrista, afirma sentir «vergüenza e indignación» por el maltrato que reciben en su país las Damas de Blanco, las tenaces familiares de los presos políticos. El intérprete de «Yolanda», que este sábado ofreció su primer concierto en Miami, abog por recuperar las libertades individuales y dijo «soñar» con que sus ideas aparezcan publicadas en la prensa oficial. Precisó, sin embargo, que sus declaraciones «no implican» que se oponga a Fidel Castro y que esté de acuerdo con estas disidentes cubanas.

Pablo Milanés respondía así en una carta abierta publicada ayer en el blog «Café Fuerte» y en «El Nuevo Herald» a Edmundo García, locutor de un programa de radio de Miami. García cuestionaba las declaraciones de Milanés a los medios de comunicación de EE.UU. El cantautor, de 68 años, le contestó que se servía de esos diarios «para que difundan las entrevistas que en Cuba me están negadas y que sueño con que aparezcan en “Granma” y las lea todo el pueblo».

En esta afirmación inédita, Pablo Milanés señaló que «cuando veo que unas señoras vestidas de blanco protestan en la calle y son maltratadas por hombres y mujeres, no puedo por menos que avergonzarme e indignarme y, de algún modo, aunque no estemos de acuerdo absolutamente, solidarizarme con ellas en su dolor; porque lo más vil y lo más cobarde puede ser que una horda de supuestos revolucionarios ataque despiadadamente a estas mujeres».

El cantautor de Bayamo no reniega de sus 53 años de «militancia revolucionaria», que le otorgan «el derecho, que muy pocos ejercen en Cuba, de manifestarme con la libertad que requieran mis principios y esa libertad implica que no tengo ningún compromiso a muerte con los dirigentes cubanos», que para él «no son dioses» y a los que puede «hacer un reproche y decir no».

«Por la boca de Pablo están hablando cientos de miles de comunistas cubanos», afirmaba hace poco en abc.es el escritor Carlos Alberto Montaner. Intelectuales y altos funcionarios del régimen, como Milanés, «están abriendo los ojos y se encuentran entre el doble fuego de sufrir las represalias de la dictadura y las embestidas de la oposición más radical». No parece ser el caso de Milanés, «intocable» para los hermanos Castro, según las fuentes de la disidencia consultadas.

La oposición al régimen cubano, sin embargo, continúa sin poder hacer un reproche. La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional denunció que 29 opositores seguían ayer detenidos, después de cinco fines de semana de represión política, sobre todo en la provincia de Santiago de Cuba. En concreto, en El Cobre, Palmarito de Cauto y Palma Soriano. Las Damas de Blanco tampoco se han librado de esta nueva oleada represiva.

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Bienvenido, Pablo Milanés

Carlos Alberto Montaner | Miami

Actualizado viernes 26/08/2011 14:25 horas

Pablo Milanés ha dicho tres cosas muy importantes en una excelente entrevista que le hizo Gloria Ordaz para Univisión. Dijo que ya no deseaba cantarle a Fidel Castro, que no tiene inconveniente en dedicarles una canción a las Damas de Blanco y que es un revolucionario crítico comprometido con el sistema socialista.

Bravo. Eso quiere decir, primero, que el famoso cantautor rompió realmente con esa penosa subordinación moral e intelectual hacia el caudillo que caracteriza a las irracionales dictaduras personalistas; segundo, que acepta la pluralidad y las diferencias dentro de una sociedad en la que muchas personas honorables tienen posiciones distintas, sin que ello las convierta en enemigos execrables o en agentes de la CIA; y, tercero, que no ha dejado de ser comunista, pero no está dispuesto a callar ante los errores y los atropellos de su gobierno.

La militancia no exige ser ciego y mudo ante lo que está mal. Lo revolucionario es la rebeldía, no la aquiescente sumisión.

Mi impresión es que por la boca de Pablo están hablando cientos de miles de comunistas cubanos que se consideran verdaderos reformistas. Para ellos, no bastan los cuatro parches que Raúl le quiere poner al sistema productivo para continuar manteniendo su dictadura de partido único manejada por un grupúsculo elegido a dedo por el general entre el círculo íntimo de sus incondicionales.

Ése, según se deduce de las palabras de Pablo, no es un gobierno moderno y legítimo, sino una banda al servicio de un jefe todopoderoso que ignora hasta los principios del "centralismo democrático" que supuestamente deben normar las relaciones entre los camaradas. Por eso Pablo quiere cambios reales.

Los demócratas de la oposición deberían hacer un esfuerzo por entender el fenómeno. Pablo Milanés, y con él seguramente cientos de miles de personas que se consideran "revolucionarias", no son enemigas. Son adversarios políticos dotados de ciertas ideas, a mi juicio disparatadas, pero con los que se puede y se debe convivir en una Cuba liberada del dogmatismo estalinista de los Castro. Al fin y al cabo, en las 30 democracias desarrolladas, prósperas y felices del planeta, las familias ideológicamente diferentes conviven en los parlamentos y son capaces de encontrar zonas de colaboración.

Tal vez los cubanos jóvenes no lo sepan, pero entre los años de 1940 y 1944, en un periodo democrático, el general Fulgencio Batista, acompañado y apoyado por los comunistas, fue libremente electo a la presidencia de la república por la mayoría de los cubanos. En esa época, de impetuoso crecimiento, por cierto, los comunistas-batistianos defendían la pluralidad y así llegaron al gabinete de gobierno dos ministros de esa cuerda política. Cuando Batista dejó la presidencia y viajó a Chile, el camarada Pablo Neruda lo saludó con un texto absolutamente obsequioso lleno de adjetivos entusiastas.

Tras más de medio siglo de descalabros, fusilamientos, exilios masivos, empobrecimiento progresivo, aventuras militares, violaciones de los derechos humanos y ejercicio arbitrario del poder por un caudillo iluminado empeñado en reinventar todo lo que existe, desde los seres humanos a las vacas, pasando por el café o la avicultura, ha llegado la hora de que la sociedad, toda la sociedad, asuma la dirección de su destino de forma pacífica, racional, plural y colegiada. Ese proceso comienza por un sobrio apretón de manos entre los comunistas reformistas y los demócratas de la oposición. Son, o deben ser, adversarios respetuosos, no enemigos. Bienvenido, Pablo Milanés.

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