Este es el epitafio en la tumba de Juan Abrantes, uno de los fundadores del G2 y del aparato represivo del Castrismo.
Este es el epitafio que merece:
Para no estar condenada a repetir los errores del pasado, Cuba nunca olvidará a sus verdugos. José Abrantes Fernandez, vigilante, policía, ladino y canino fiel. Tu final fue tan merecido como el de todo aquel que se arrastra toda una vida ante las botas de un dictador. La oscuridad del régimen que ayudaste a fundar pasó ante tus ojos en esos últimos días de tu vida que culminaron justo en aquel calabozo donde años antes había muerto el opositor Aramis Taboada al que años atrás ordenaste encarcelar.
Este es el epitafio que merece:
Epitafio para un policia.
Para no estar condenada a repetir los errores del pasado, Cuba nunca olvidará a sus verdugos. José Abrantes Fernandez, vigilante, policía, ladino y canino fiel. Tu final fue tan merecido como el de todo aquel que se arrastra toda una vida ante las botas de un dictador. La oscuridad del régimen que ayudaste a fundar pasó ante tus ojos en esos últimos días de tu vida que culminaron justo en aquel calabozo donde años antes había muerto el opositor Aramis Taboada al que años atrás ordenaste encarcelar.
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