Por El Compañero
La supuesta gratuidad del sistema cubano es una de las justificaciones fundamentales para su existencia. Sin embargo desde 1959 los cubanos hemos vivido bajo un contrato social fraudulento. La supuesta medicina y educación gratuita no son más que el resultado de un impuesto invisible que nos roba el régimen.
El truco de esto es tan sencillo como cruel. El gobierno cubano es el empleador casi absoluto de la sociedad cubana y como tal impone un salario fijo a la población. Por lo tanto la mayoría de los cubanos ganan aproximadamente entre 350-600 pesos mensuales equivalentes a entre $15-25 dólares al mes. Este salario se aplica (con mínimas diferencias) a barrenderos e ingenieros.
Con el resto de lo que el gobierno le roba a cada cubano de su salario es que tiene presupuesto para costear la medicina, la educación socializada. Un ingeniero en Latino América gana aproximadamente el equivalente a $1,000 al mes. El gobierno cubano por lo tanto, en un país de millones de técnicos y universitarios, solo paga $15 dolares mensuales a sus profesionales y se embolsilla los otros $850. En los países democráticos esto se llama impuesto. Es transparente y su cantidad es conocida por todo el mundo. No hay trucos, el gobierno no tiene la moral para echarle en cara a nadie los programas sociales que ofrece pues el contrato social claramente estipula que eso lo paga el pueblo de su bolsillo.
La supuesta gratuidad del sistema cubano es una de las justificaciones fundamentales para su existencia. Sin embargo desde 1959 los cubanos hemos vivido bajo un contrato social fraudulento. La supuesta medicina y educación gratuita no son más que el resultado de un impuesto invisible que nos roba el régimen.
El truco de esto es tan sencillo como cruel. El gobierno cubano es el empleador casi absoluto de la sociedad cubana y como tal impone un salario fijo a la población. Por lo tanto la mayoría de los cubanos ganan aproximadamente entre 350-600 pesos mensuales equivalentes a entre $15-25 dólares al mes. Este salario se aplica (con mínimas diferencias) a barrenderos e ingenieros.
Con el resto de lo que el gobierno le roba a cada cubano de su salario es que tiene presupuesto para costear la medicina, la educación socializada. Un ingeniero en Latino América gana aproximadamente el equivalente a $1,000 al mes. El gobierno cubano por lo tanto, en un país de millones de técnicos y universitarios, solo paga $15 dolares mensuales a sus profesionales y se embolsilla los otros $850. En los países democráticos esto se llama impuesto. Es transparente y su cantidad es conocida por todo el mundo. No hay trucos, el gobierno no tiene la moral para echarle en cara a nadie los programas sociales que ofrece pues el contrato social claramente estipula que eso lo paga el pueblo de su bolsillo.
En el trasfondo de todo esto se oculta un poder enorme por parte de una clase gobernante que controla ilimitadamente los recursos materiales y humanos de una nación. En Cuba el costo de la socialización es mas elevado que en ningún otro país del mundo. El pueblo paga de su bolsillo y paga con su libertad.
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