Muy breve: En lo económico un país destruido, una industria azucarera que producía 5-8 millones de toneladas de caña de azúcar y hoy día no produce mas allá del millón de toneladas. En 1959 costaba entre 5-7 centavos producir una libra de caña de azúcar y en los 1960s-70s-80s comenzó progresivamente a costar entre 15-17 centavos producir la misma cantidad para venderla a un precio internacional muy por debajo del costo de producción. Hay infinidades de otras idioteces garrafales en lo económico, los famosos slogans de hacer mas con menos e infinidades de cosas mas. Pero solo tomando este ejemplo (y acompañado de miles de otros ejemplos de ineficiencia en un sistema improductivo de económica centralizada) podemos concluir que el primer legado de Castro en lo económico es la ruina total de nuestro país.
En lo político y social Castro nos lega un país sometido a un prolongado coma, con carencia total de libertades civiles y por lo tanto adentrado en una cultura arraigada de intolerancia, de carencia total de sentido critico de falta de habito democrático. Todas estas cosas tomaran tiempo para corregirse pues demorara su tiempo en que la cultura de la democracia florezca en el corazón de cada cubano. Haciendo la analogía entre un paciente grave y una nación destruida no es muy diferente: Después del coma, le sigue el proceso de rehabilitación (cuyo tiempo no sabemos) y finalmente de sanacion de la nación cubana.
En todo esto hay varias cosas preocupantes y varias para esperanzarse. Lo preocupante es que siempre el cambio va acompañado de nuevas generaciones que nazcan dentro de la cultura democrática, de la cultura del derecho. Sucede que después del 2010 el crecimiento demográfico de Cuba va a estancarse y Cuba se convertirá como muchas otras naciones (pues es la tendencia global) en un país de viejos. Todo esto tiene su impacto en demorar un poco el florecimiento de la cultura democrática pues es mas fácil que un joven se adapte a que lo haga alguien nacido y criado en la revolución, acostumbrado a todos los vicios y malos hábitos que lega una tiranía.
Por otro lado, analizando las cosas desde otro punto de vista - hay esperanza pues (a pesar de todo) el capital de Cuba esta precisamente en su gente – en los millones de médicos, ingenieros, científicos y demás que facilitaran la transición de nuestro país hacia la democracia. Mano de obra será lo que sobre en un proceso de transición pues solamente reconstruir la infraestructura de las ciudades y demás áreas requerirá derrumbar y construir miles de nuevos edificios, reconstruir el sistema de plomería, de alcantarillado, en fin re-hacer a Cuba como si hubiera pasado por una guerra destructiva. Para ello harán falta cientos de miles de ingenieros civiles, arquitectos, albañiles, plomeros, carpinteros, ayudantes de todo tipo. En fin trabajo será lo que sobre 15 o 20 años posterior al fin del sistema actual.
Además de ello, contamos con el capital de un sector considerable del exilio global (de EU y Europa) que sin duda contribuirá al progreso y bienestar de los cubanos y sobre todo necesitamos gobernantes que dentro de las limitaciones que le impone un sistema con poderes balanceados pueda hacer un papel excelente de gestionar internacionalmente muchas cosas por Cuba – la primera es tratar de negociar para que nos perdonen la deuda externa que el Tirano Castro nos lego - y así poder comenzar un nuevo país desde cero, sin deberle a las 11 mil vírgenes.
Nota: Esta es mi respuesta a una pregunta propuesta por por el forista Videl en el foro RedCubana.com
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