Este es un blog critico con perspectiva global. Aunque el enfasis es la Cuba de a Pie, tambien analizo temas vinculados a otras latitudes. El Compañero es mi 'Nom de Guerre.' Mi seudónimo es un una forma humorística de burla al régimen en Cuba. En mis ideas y valores en pro de la libertad represento todo lo opuesto con lo que se puede asociar el termino ‘Compañero’ en su contexto politico. Rechazo el totalitarismo en Cuba y en cualquier lugar donde exista. Email: blogdelcompanero@yahoo.com
Monday, March 30, 2009
LIBRES POR UN MINUTO
El dia 29 de Marzo del 2009 fue un dia significativo en Cuba. En el Centro Wilfredo Lam se coloca un podio con microfonos y se le daba la palabra a todo aquel que en un minuto quisiera decir lo que deseara. La artista Tania Bruguera le da el microfono a algunos de los presentes, entre ellos Yoanis Sanchez que junto a otros bloggeros como Claudia Cadelo, su esposo Reinaldo alzaron su voz clara en pro de la libertad y la democracia en Cuba y todo ello frente a las camaras de la Television Nacional Cubana y la Prensa Extranjera.
Y eso que solo fue un minuto, ¿Cuantas veces mas no se hubieran repetido las palabras 'Libertad' y 'Democracia' si hubiera sido mucho mas tiempo?
Un Minuto de Libertad En 50 Años de Censura
Un minuto de libertad por persona
Fuente: Tomado del blog Octavo Cerco de Claudia Cadelo
Yoani Sánchez sólo me dijo: "Hay un performance, va a estar bueno y yo voy a participar, estate ahí en el Centro Wifredo Lam a las 8 de la noche."
Nunca pude imaginar encontrarme con un podio y un micrófono listo para todos, para cada uno de nosotros. El lugar estaba atestado de gente; para lograr llegar a la primera fila había que deslizarse por el bulto entre permisos y quiero llegar al micrófono. Todo inició con una mujer que, paloma blanca en el hombro izquierdo, hacía muecas sin emitir sonido, mientras dos muchachos, vestidos con el uniforme del MININT, contaban el tiempo para darle fin a su intervención y lanzarla de nuevo hacia la plebe muda.
Justo después pasó Yoani, habló de la blogosfera, de la censura, había un silencio total y cuando terminó muchísimos aplausos, la gente la conocía y estaba feliz. Corrí entonces yo y me subí, estaba muy nerviosa: no tenía un micrófono delante ni un público que me escuchara desde los 9 años, cuando vestida de pionera asalté una reunión del CDR para leer un comunicado incomprensible, con el tiempo desarrollé una especie de fobia hacia ese aparato que sólo servía para enmascarar la realidad de mi país.
Preparé un texto a la carrera que leí con la garganta apretada:
Que un día todos tengamos todos los minutos del día para decir delante de un micrófono todo lo que queramos. Y que de paso también los que hoy tengan esa posibilidad, dediquen un minuto, o menos incluso, a decir la verdad.
Me bajé, pero se me quedó por decir mucho, entonces subió Reinaldo Escobar, no le dio tiempo a terminar y los militares lo bajaron: el oportunismo fue lo último que se escuchó de su discurso ya con los pies puestos en el piso. El tiempo se estiraba y nadie más subía, la gente estaba asustada, un artista fue y dijo:
Yo lo que tengo es mucho miedo.
Caminé otra vez hacia el podio y solté: Que un día la libertad de expresión en Cuba no sea un performance.
Recuerdo otras intervenciones:
Claudio Fuentes hizo una votación: luego de hablar de dictadura y de presos políticos pidió que levantaran las manos los que estuviesen de acuerdo con cambiar las cosas, casi todo el mundo levantó las manos.
Un puertorriqueño dijo que aunque él vivía en una colonia, en su país había libertad de expresión y pidió que dejaran abierto el micro las 24 horas.
Un americano: Yo no hablar español pero: ¡viva la cambia!
Con una jaba negra en la cabeza Reinaldo Escobar fue por la segunda: Yo creo que esto debería estar prohibido.
Hamlet Labastida, artista plástico, pidió democracia y que subiera uno de ellos, al menos uno.
Ciro Díaz iba a cantar "El Comandante", pero el tiempo se había terminado y no los muchachos vestidos de militares, sino un sonidista hosco caminó y le gritó: ¡Se acabó!, mientras daba órdenes a sus espaldas: ¡Desconecta ya!
Una buena cantidad de público se quedó gritando: ¡Ciro, Ciro, Ciro!, como si fuera un concierto de Porno Para Ricardo y pidiesen otra canción.
La brigada de respuesta rápida estuvo pobre, sólo con dos personas, y supongo que se hayan sentido extraños, en franca minoría y sin el poder en el estrado: una experiencia completamente nueva para ellos.
Publicado por Claudia en 5:32
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1 comment:
lo posteare en mi blog, finalmente una buena noticia desde Cuba, gracias
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