La represión en cualquier de sus manifestaciones, tanto sea la censura, las golpizas, el encarcelamiento una forma burda y primitiva de fuerza por parte de un grupo de poder, es el miedo camuflado de los poderosos a debatir ideas y a enfrentarse en un dialogo con puntos de vista discrepante. Aclarado esto es importante distinguir entre la represión obvia y la encubierta. Ambas son la misma cosa pero la última utiliza métodos mas encubiertos.
Mientras en las dictaduras militares de América Latina en los 1960s y 1970s tenían una represión mas abierta y expulsaban del país a periodistas, en el Castrismo ocurre lo mismo pero con términos más científicos que al final tienen el mismo impacto, pero en imagen y propaganda lucen diferente.
El Castrismo no expulsa, sencillamente no renueva una VISA periodística cuando quiere sacar a un corresponsal extranjero de Cuba, como es el caso del corresponsal del País Mauricio Vincent que llevaba 20 años en la isla. Es lo mismo pero el disfraz represivo es mas lindo. Es como cuando Chávez dice que no cerró RCTV sino que no le renovó la licencia.
Es una represión más científica que hace lo mismo pero lo disfraza mejor.
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Régimen cubano aprieta tuercas a prensa extranjera
Juan O. Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com
El gobierno cubano ha negado la entrada al corresponsal de una agencia de noticias francesa asignado a La Habana, gesto que otros periodistas en la isla describen como un severo endurecimiento de los controles a la prensa extranjera bajo el gobierno de Raúl Castro.
A Juan Castro Olivera, un corresponsal argentino asignado anteriormente a la oficina de la France Press (AFP) en Miami, se le negó la visa de periodista que se requiere para su asignación a la oficina de esa agencia en La Habana.
“Las autoridades cubanas no explicaron las razones para denegar la visa”, indicó Francis Kohn, director de AFP para América Latina. “Hemos estado en contacto con las autoridades cubanas ... y hemos defendido nuestra elección de Juan Castro Olivera”.
Varios periodistas cubanos y extranjeros en La Habana que trabajan para medios de comunicación internacionales se han quejado de los crecientes intentos del gobierno por controlar su trabajo.
El diario El País, de España, informó durante el fin de semana que a su corresponsal en La Habana durante los últimos 20 años, Mauricio Vicent, le había sido negada la renovación de su acreditación por el Centro de Prensa Internacional (CPI), del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las credenciales de Vicent, de hecho, expiraron hace casi dos años, pero el CPI no negó su renovación hasta ahora como una forma de intentar presionarlo a él y a su periódico para que moderaran sus reportes sobre la isla, de acuerdo con colegas reporteros de El País.
Cuba utiliza regularmente la acreditación del CPI como un elemento de presión para mantener a raya a los periodistas. Vicent, casado con una cubana, puede seguir viviendo en Cuba, pero sin la acreditación no puede publicar ninguna información.
Ver articulo completo en el Nuevo Herald
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