En los últimos años ciertos “analistas” del Sur de la Florida han hecho todo tipo de ecuaciones, formulas y demás tonterías para querer falsamente vender la idea de que a Raúl Castro no le queda otra opción que hacer cambios.
Al pueblo cubano, que mediante sus antenas de VHF, UHF y parabólicas camufladas en azoteas y patios sigue de cerca los programas televisivos y radiales del Sur del Sur de la Florida y distribuyen su programación entre redes clandestinas de amistades y familiares por toda Cuba, en memorias flash, DVD y demás medios, le están enviando todo tipo de mensajes confusos.
Es cierto que Raúl Castro fue el que inicio todo esto cuando el 26 de Julio del 2007 dijo en su discurso que había que “criticar.” Pero sucede que el cuento de la critica parametrada no es nuevo y hay que darse cuenta de que el régimen cubano nunca actúa de forma lógica, mucho menos en beneficio del pueblo, sino todo lo contrario, en detrimento del país y con la idea en mente de que la hegemonía que ejercen sobre la sociedad no se agriete un solo milímetro.
Todos debemos comprender, los cubanos de adentro y la diáspora o el exilio global que el cambio no es un regalo de una clase gobernante y solo puede surgir por el reclamo popular enérgico. Ya sabemos que reclamo popular hubo en cierta forma, pero esta vez bajo una critica parametrada y de formas muy auto censuradas. Ya sabemos que el pueblo cubano hizo su parte. Se hicieron miles de reuniones en centros de trabajo y la gente expreso criticas de todo tipo. De hecho, se generaron varios millones de paginas de critica, las cuales fueron elevadas y la respuesta de Raúl Castro fue ofensiva y despreciativa de la inteligencia popular: anunciar cuestiones ornamentales, cambios de pacotilla, ofender la inteligencia de un pueblo de millones de universitarios diciéndoles que en 1 año tendrían el derecho a comprar una computadora que se vendería por un precio que podrían pagar con el salario de 10 años de trabajo.
Después que en la pasada Reunión Constitutiva de la Asamblea Nacional el 24 de Febrero pasado el régimen le tiro un cubo de agua fría a todos los cubanos que desean cambios al elegir a los mas extremistas, corruptos, panzones y vejetes amigotes de Raulito se demostró que el gobierno cubano no quiere cambios, ni ahora, ni cuando Fidel se muera, ni cuando se muera Raúl. Sencillamente no los quiere porque los que tejen el poder, la familia de Raúl y todas esas caras no visibles no quieren perder los recursos ilimitados que manejan y además de eso terminar presos.
La lección debe aprenderse: No es suficiente manifestar una critica en Cuba, hay que protestar pacíficamente para ello y los analistas fuera de Cuba deberían no hacerle el juego al régimen y parar de generar falsas expectativas.
Al final, las expectativas pueden tener dos consecuencias diferentes. Por el lado negativo, sirven como opio al pueblo, la esperanza de lo que va a suceder en un futuro que nunca llega. Con ese cuento el régimen lleva 50 años (varias generaciones) en el poder. Por otro lado la generación excesiva de expectativas acumuladas por decadas de que las cosas cambien pueden llevar a la gente a la frustración y con ello quizás exista la posibilidad de que el deseo de cambio se convierta en exigencia y la exigencia en protesta masiva.
Saludos cordiales,
El Compañero.
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