1- 'EL CAMINO DEL PUEBLO'
2-'HOJA DE RUTA PARA EL CAMBIO'
En los últimos días una noticia de actualidad en el tema cubano ha motivado controversia y discusión entre cubanos de la diaspora global y el exilio. Me refiero a la discrepancia de ideas (Que bueno que discrepemos!) entre el Dr. Oscar Elias Biscet, Presidente de la Fundación Lawton por los Derechos Humanos y el lider del Movimiento Cristiano Liberación Osvaldo Payá Sardiñas. El contexto y las distintas posturas referidas en Martí Noticias y el Nuevo Herald las incluyo en su totalidad al final de mi comentario.
Yo pienso que documentos como los propuestos por Payá son de gran importancia. Buscan un cambio en las leyes para ponerle legalmente fin a la represion, garantizar libertades, crear una nueva ley de asociaciones, crear una Comisión del Gobierno y Opositores para un debate libre genuino.
En fin, el marco de ideas esta presente, la viabilidad de una transición teoricamente esta soportada en este documento con puntos claros e ideas importantes.
Mas allá de lo que expresa el Dr. Oscar Elias Biscet sobre su contenido yo pienso que falta algo esencial y es la gran pregunta: ¿Y por qué el regimen Castrista, que ha dicho aferrarse al poder, hacer el sistema eterno, congelarlo en el tiempo, cambiaria las leyes y voluntariamente crearia un espacio para convocar a elecciones libres y garantizar libertades tal y como pide este documento?
En este sentido el Dr. Biscet ha hecho referencia, en mi opinión, al aspecto mas importante de todos
“Tampoco propone [el documento de Payá] un método de lucha para obligar a la negociación a los poderosos cabecillas del régimen a que instauren la democracia en el país”. Oscar Elias Biscet
Palabras del Dr. Biscet citada en articulo titulado: Biscet desata una ola de Polémicas. Extractos del Nuevo Herald en referencia a una columna escrita por scar Elias Biscet al sitio web La Nueva Nación, Julio 28, 2011
Es esencial y el documento de Payá carece de algo importantisimo. Sin rebelión popular pacifica, sin resistencia y muestras directas de descontento abrumador a tal punto que se ponga al regimen en jaque, todo esto carece de fuerza, por muy soportado y por excelentes ideas que contenga el documento.
Tenemos la teoría, ahora hace falta acción y eso solo lo puede lograr el pueblo cubano en las calles, con protestas publicas visibles. No creo nadie se le ocurra pensar que el gobierno Castrista por obra y gracia de un dia al otro, sin presión alguna, motive cambio alguno hacia la libertad, cosa que es contraproducente para los propios asesinos y acomodados bajo la sombra del poder.
El documento requiere lo sgte para que el regimen lo considere:
1- Presiones populares que pongan al regimen en crisis
2- Gobernantes con "disposición" y "voluntad" real de negociar con la oposición.
3- Ni Raul ni Fidel Castro tienen disposicion de nada que no sea la terquedad enfermiza por el poder absoluto. Quizas todo esto sea posible si acaso con algun sucesor de los Castro.
¿Mi conclusión? Las propuestas de Payá son relevantes y significativas rumbo a una transición. Mas allá de lo que cada cual piense del documento (todas las posturas son validas) pienso que falta lo mas importante y en eso estoy plenamente de acuerdo con Biscet en relación al sgte aspecto: "como hacer valer cualquier documento de la oposición en Cuba."
Biscet Desata una ola de Polémicas
JUAN CARLOS CHAVEZ
jcchavez@elnuevoherald.com
Julio 28, 2011
Las críticas del reconocido disidente y ex prisionero político Oscar Elías Biscet a un histórico acuerdo para una transición democrática en Cuba, suscrito recientemente por más de 40 integrantes del movimiento opositor, desataron una ola de controversias dentro y fuera de la isla.
Biscet calificó el documento de “profundamente ideologizado” e “intensamente socialista”.
“Es una reforma del régimen donde se consulta y se cuenta con la participación de los mismos jerarcas que han destruido la nación cubana en los últimos cincuenta años”, manifestó Biscet en una columna de opinión publicada en el sitio electrónico La Nueva Nación. “Tampoco propone un método de lucha para obligar a la negociación a los poderosos cabecillas del régimen a que instauren la democracia en el país”.
El documento titulado El camino del pueblo se dio a conocer el 13 de julio en La Habana. Uno de sus principales promotores es Oswaldo Payá Sardiñas, líder del Movimiento Cristiano de Liberación.
Biscet, fundador de la Fundación Lawton por la Democracia y los Derechos Humanos, dijo que no suscribió el documento ni se refirió al tema antes porque decidió analizar en profundidad su contenido “y contestar objetivamente, sin lesionar espiritual o mentalmente” a los promotores del nuevo modelo.
Anunció que el 14 de octubre se reunirá junto con otros opositores y ex presos políticos en el poblado de El Roque, en Matanzas, para trazar un nuevo proyecto unitario.
“Primero en el campo humanitario y después en la esfera política, hacia cambios pacíficos en nuestro país con las ideas de los integrantes de toda la disidencia”, apuntó Biscet.
Desde La Habana, Payá dijo que Biscet está equivocado ya que el documento propone una hoja de ruta abierta a recomendaciones y ajustes, explicó Payá.
“No son opiniones porque Biscet no analiza el documento y sólo da un juicio de intención porque dice que es la continuación del comunismo”, agregó Payá. “El documento es la propuesta de un proceso al pueblo, un proceso que comienza ahora y da una línea directriz con elecciones libres. Si alguien tiene dudas sobre eso, no confía en el pueblo”.
Además de Payá, Premio Sajarov del Parlamento Europeo en el 2002, el llamado fue suscrito, entre otros, por Guillermo Fariñas, Premio Sajarov del 2010; la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán; el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, y la popular bloguera y fundadora del blog Generación Y, Yoani Sánchez. Igualmente firmaron varios ex presos políticos de la Causa de los 75 que residen en Cuba y España.
El documento plantea la necesidad de un nuevo marco legal que garantice las libertades individuales y de expresión de la sociedad civil. Aconseja un proceso de cambios sin exclusiones, al tiempo que propone un amplio debate de los asuntos de interés nacional que desemboque en un plebiscito y elecciones libres para elegir una Asamblea Constituyente.
Entre las sugerencias de los disidentes también está la creación de una Comisión Nacional integrada por miembros del gobierno, la oposición y otros componentes de la sociedad civil. Abogan además por el cese de los mecanismos de vigilancia y represión y el respeto a las libertades de expresión. También pide que se aliste nueva ley de asociaciones y se consolide el derecho al libre acceso a internet.
Sobre los cambios y reformas económicas que se pongan en marcha para alcanzar un desarrollo sostenido, la propuesta pidió que se haga bajo el paraguas de instituciones democráticas. El camino del pueblo exige el fin de la discriminación “y la liberación de todos los encarcelados por motivos políticos”.
En La Habana, Sánchez saludó el intercambio de ideas pero se mostró en desacuerdo con las críticas de Biscet.
“El documento busca puntos comunes basados en demandas ciudadanas y no políticas”, dijo Sánchez a El Nuevo Herald. “Creo que ni los propios lineamientos del Partido Comunista Cubano que aprobaron en el VI Congreso lograrán salvar al sistema y continuar la línea de la construcción del socialismo y comunismo. Entonces, ¿qué podría quedar o hacer un documento de la oposición si ni siquiera los propios documentos oficiales van a lograrlo?”.
Armando Valladares, ex preso político y reconocido activista cubano, respaldó a Biscet. En un comunicado publicado en el sitio electrónico de la Asociación para la Paz Continental (ASOPAZCO), Valladares dijo que Biscet describe claramente la verdadera naturaleza del documento.
“Quiero agregar, además, que para mí ningún documento firmado por conocidos reformadores del sistema, marxistas y por agentes de la Seguridad del Estado condecorados públicamente por sus servicios a la tiranía puede ser considerado un documento serio y confiable”, acotó Valladares.
Desencuentro de Payá y Biscet en el camino hacia la democracia
Marti Noticias/EFE
Julio, 25 2011
El camino del pueblo no es un instrumento para perfilar una imagen personal sino un mecanismo para llegar a la democracia, resumió el exprisionero político Héctor MaseEl candidato a Premio Nobel de la Paz 2011, el opositor cubano Oscar Elías Biscet, ha asegurado que no firmará el documento El camino del pueblo, impulsado por el también candidato al Nobel Oswaldo Payá Sardiñas, porque es -según afirmó- un documento "intensamente socialista" notificó este lunes Diario de Cuba.
El diario digital con sede en España cita un artículo firmado por Biscet para el sitio web La Nueva Nación en el que el disidente cubano afirma que El camino del pueblo plantea "una reforma del régimen, donde se consulta y se cuenta con la participación de los mismos jerarcas que han destruido a la nación cubana en los últimos cincuenta años".
Oscar Elías Biscet, en su texto para La Nueva Nación, ha escrito textualmente: "Este protocolo está profundamente ideologizado. Es más opino que es intensamente socialista. Es una reforma del régimen donde se consulta y se cuenta con la participación de los mismos jerarcas que han destruido a la nación cubana en los últimos cincuenta años. Tampoco propone un método de lucha para obligar a la negociación a los poderosos cabecillas del régimen a que instauren la democracia en el país. Es nada más y nada menos que la continuación del comunismo que, en palabras de castro-estalinista, sería salvar el comunismo".
El ingeniero y exprisionero político del Grupo de los 75, Héctor Maseda Gutiérrez, signatario tanto de El camino del pueblo como de -las hasta ahora- dos Declaraciones de El Roque, declaró a martinoticias.com que no ve contradicciones entre un documento y otro.
Maseda Gutiérrez explicó que respeta todas las opiniones pero que está en desacuerdo con Biscet cuando este último califica de modo tan radical El camino del pueblo.
Añadió el exprisionero político que el debate más bien tiene un carácter personal que hace patente cierta búsqueda de protagonismo.
En el camino del pueblo, los principales líderes de la disidencia interna, junto a algunos exiliados, acordaron la necesidad de cambios en la leyes para garantizar las libertades de expresión, prensa, asociación y religión, el derecho a salir y entrar libremente de Cuba y la libertad de empresa.
También el derecho a elegir y a ser elegidos para cargos públicos, mediante una nueva ley electoral, el fin de toda discriminación contra los cubanos en su propio país y la liberación de los presos políticos.
El historiador cubano y líder opositor Manuel Cuesta Morúa explicó que El camino del pueblo es una vía abierta a todas las aspiraciones y todos los proyectos que, con una marcada tendencia a resolver los problemas sociales, ayuden al cambio democratizador en la nación.
"Calificarlo de esa manera como lo ha calificado el muy respetable doctor Biscet" -agregó Cuesta Morúa- es hacer una concesión a "los tópico al uso" cuando no se está de acuerdo con una apuesta o una propuesta.
El camino del pueblo ha sido firmado por Oswaldo Payá Sardiñas, Martha Beatriz Roque, Elizardo Sánchez Santacruz, Manuel Cuesta Morúa, Guillermo Fariñas, Héctor Maseda Gutiérrez y Laura Pollán.
También han firmado Félix Navarro Rodríguez, Ángel Moya Acosta, Diosdado González Marrero, Guido Sigler Amaya, Juan Carlos González Leyva, Conrado Rodríguez Suárez, Raúl Luis Risco Pérez, Pedro Argüelles Morán, José Daniel Ferrer García, Eduardo Díaz Fleitas, Iván Hernández Carrillo, Arnaldo Ramos Lauzerique y Aída Valdés Santana.
Entre los exiliados están Regis Iglesias Ramírez, Omar Rodríguez Saludes, Antonio Díaz Sánchez, Efrén Fernández, Alexis Rodríguez, Ricardo González Alfonso, Jesús Mustafa Felipe, Leonel Grave de Peralta, Osmel Rodríguez, Juan Carlos Herrera Acosta, Ricardo Silva Gual, Arturo Suárez Ramos, José Miguel Martínez, Julio Cesar Gálvez, Raisa Mustafa, María Luisa Lebeque, Carlos Payá, Francisco de Armas, Julio Hernández y Agustín Cervantes.
La semana pasada se adhirieron la reconocida bloguera Yoani Sánchez y el director de la revista digital Convivencia Dagoberto Valdés.
Disidentes presentan acuerdo para transición a democracia
JUAN CARLOS CHAVEZ
jcchavez@elnuevoherald.com
El Nuevo Herald
Julio 14, 2011
Más de 40 importantes disidentes en Cuba y el exilio firmaron el miércoles un histórico acuerdo para una transición democrática que exige al gobierno de Raúl Castro un amplio marco de participación ciudadana, así como la liberación de los presos políticos, la restitución de las libertades básicas y el llamado a una Asamblea Constituyente.
“Tiene una dimensión humana y social y aparece en un momento donde hay confusión, falta de perspectiva y se habla de dar votos de confianza al gobierno”, declaró el disidente Oswaldo Payá a El Nuevo Herald. “Esta propuesta le dice a los cubanos que tienen que ser los protagonistas y que la palabra cambio significa derecho”.
Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, indicó que se trata de una hoja de ruta que proclama de manera directa y transparente mecanismos para implementar cambios.
“En el aspecto económico se demanda libertad para que los cubanos tengan sus propias empresas y se respete el trabajo. No podemos seguir sentenciando a los cubanos a la pobreza”, añadió.
El documento titulado El camino del pueblo se dio a conocer el miércoles en La Habana. Sus firmantes plantean la necesidad de un nuevo marco legal que garantice las libertades individuales y de expresión de la sociedad civil. Tras señalar que es necesario iniciar un proceso de cambios legales sin exclusiones, abordaron temas como la necesidad de un amplio debate de los asuntos de interés nacional que desemboque en elecciones libres para elegir una Asamblea Constituyente. También aconsejaron la celebración de un plebiscito para decidir soberanamente sobre los cambios.
“Pero para que los ciudadanos puedan verdaderamente diseñar, decidir y construir su futuro deben ser garantizados por las leyes sus derechos y lograrse un ambiente de confianza y respeto para todos”, subrayó el texto.
Además de Payá, Premio Sajarov del Parlamento Europeo en el 2002, el llamado fue suscrito, entre otros, por Guillermo Fariñas, Premio Sajarov del 2010; la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán; y el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez. Igualmente firmaron varios ex presos políticos de la Causa de los 75 que residen en Cuba y España.
“Este documento contiene nuestra base común, nuestra posición y determinación en defensa de los intereses más legítimos del pueblo cubano y sus derechos”, indicó la propuesta. “Los gobiernos, instituciones y pueblos de toda América, de Europa y del mundo, si quieren apoyar al pueblo cubano respetando su autodeterminación, apoyen y tomen como referencia esta base común del movimiento democrático cubano”.
Los disidentes reclamaron el fin de toda discriminación “y la liberación de todos los encarcelados por motivos políticos”. Asimismo abogaron por la apertura de espacios de participación e intercambio de opiniones
Berta Soler, portavoz de las Damas de Blanco, declaró desde La Habana que la transición democrática en Cuba no puede seguir en lista de espera.
“Es un documento válido porque recoge muchas cosas de importancia para un cambio y una mejora sustancial de la sociedad civil en general”, agregó Soler.
A su vez, Sánchez destacó la pluralidad de ideas políticas que apuntan a un mismo futuro democrático.
“Es un documento amplio que pretende establecer una base ideológica de convergencia”, dijo Sánchez.
Entre las sugerencias de los disidentes se cuenta la creación de una Comisión Nacional integrada por miembros del gobierno, la oposición democrática y otros componentes de la sociedad civil para que garantice el debate de ideas. Abogan además por el cese de los mecanismos de vigilancia y represión y el respeto a las libertades de expresión y asociación. También pide que se aliste una nueva ley de asociaciones y se consolide el derecho al libre acceso a la internet.
Regis Iglesias Ramírez, ex preso político condenado a 20 años de cárcel y exiliado en Madrid desde agosto, declaró a El Nuevo Herald que la búsqueda de un consenso de la oposición es saludable.
“Esperamos que este camino sea seguido por todos o una parte importante de nuestro pueblo para alcanzar la libertad de Cuba y de todos los cubanos”, acotó Iglesias.
En La Habana, el ex preso político recientemente liberado Héctor Fernando Maceda dijo que es un planteamiento que busca la real y sana unidad del pueblo cubano.
“No hay protagonismo”, señaló. “Simplemente tratamos de que los cambios se hagan”.
En relación a la vivienda, la propuesta enfatizó la idea de proteger el carácter y esencia de la propiedad privada.
“Todo cubano tendrá el derecho de continuar habitando su casa y nadie podrá desalojarlo, ni despojarlo o privarlo de su propiedad o del inmueble que habita legalmente, ni reclamarle indemnización alguna por concepto de ser su antiguo propietario”, apuntó.
Los disidentes enfatizaron que el sistema educativo y el cuidado de la salud general deben continuar siendo gratuitos.
“Que permanezcan garantizados gratuitamente para todos los cubanos, los derechos a todos los servicios de salud y a los de educación, pero sin condicionamientos políticos e ideológicos”, concluyó.
Sobre los cambios y reformas económicas que se pongan en marcha para alcanzar un desarrollo sostenido, la propuesta pidió que se realice bajo el paraguas de instituciones democráticas.
“Deben realizarse una vez que los cubanos tengan en la ley todos los derechos y elecciones libres para que soberanamente el pueblo, que es quien mejor sabe y juzga su propio bien, pueda dirigir opinar y decidir sobre su proyecto económico nacional”, precisó el documento. “Cuba no puede ser subastada, ni repartida como un pastel. Cuba es hogar y fuente de riqueza de todos los cubanos”.
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